Vanidades Ilusorias…..


Una mariposa. La mayoría son muy hermosas, pero siempre tengo problemas para tomarles fotos…. en toda mi existencia, sólo he logrado tomar dos “buenas” fotos de mariposas. Y con “buenas” sólo me refiero a que se ve que son mariposas ^^

Bueno, el punto es que aunque son bonitas, sólo llegan y se van. Desaparecen de tu vista. No nos podemos aferrar a ellas.

Así somos con muchas cosas, sobre todo con nuestras ilusiones. Pueden parecer hermosas, pero si vamos trás ellas sólo seremos como el pueblo de Israel:

Dijo el Señor: Porque dejaron mi ley, la cual di delante de ellos, y no obedecieron a mi voz, ni caminaron conforme a ella; antes se fueron tras la imaginación de su corazón, y en pos de los baales, según les enseñaron sus padres.      Jeremías 9:13-14

Me he dado cuenta de que cuando vamos tras las “imaginaciones de nuestro corazón”, dejamos de obedecer la voz de Dios y empezamos a obedecer a nuestro engañoso corazón y a hacer dioses falsos en nuestras vidas y “dicen (decimos) atrevidamente los que me irritan: El Señor dijo: Paz tendréis; y cualquiera que anda tras la obstinación de su corazón dicen: No vendrá mal sobre vosotros.” Jeremías 23:17

Pero el Señor me ha estado mostrando últimamente en mi vida, qué tan peligroso es ir tras lo que nuestro corazón desea. Puede parecer muy sutil, pero empezamos a tomar pequeños pasos de desobediencia al Señor para obtener lo que queremos y para lograrlo por nuestros propios medios. Dejamos de confiar en el Señor con todo nuestro corazón y nos empezamos a apoyar en nuestro propio entendimiento y las consecuencias van a llegar.

He notado que eso sólo trae decepción y cargo de consiencia. Ir tras algo que el Señor no ha mostrado que es Su voluntad simplemente no trae paz. Es dejar de confiar en Dios y en Su sabiduría y perfecta voluntad para ir tras algo que no es lo mejor.

“¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el
cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio,
y su entendimiento no hay quien lo alcance.” Jeremías 40:8

Nuestro Dios no se cansa, Su entendimiento no hay quien lo alcance. Sus caminos son perfectos y debemos confiar eso. Nada, absolutramente NADA fuera de la voluntad de Dios nos traerá verdadera satisfacción. No debemos dejarnos llevar por lo bueno y perder de vista lo mejor.

Creo que esa es la idea de negarnos a nosotros mismos, tomar nuestra cruz y seguirlo. Negar nuestros deseos más profundos, negar lo que más podamos llegar a querer. Puede parecer insignificante; y todo empieza en nuestra mente, una idea, un pensamiento, que se puede hacer tan fuerte como decidamos que pueda llegar a ser. Decidir si comemos un poco más, si dormimos más o menos, si vamos a aceptar cierta amistad, o habito, si vamos a seguir ideando maneras para salirnos con la nuestra. Pero Él quiere que rindamos toda parte de nuestra vida a Él y que estemos dispuestos a seguirle negando cualquier cosa que no sea Su voluntad.

Sé con certeza algo: En Su presencia hay plenitud de gozo. Su voluntad es buena, agradable y perfecta. Podemos sentir horrible al negar algo que queremos; así como Abraham seguramente se sintió horrible cuando iba a sacrificar a Isaac. Pero decidió obedecer, confiar en las promesas del Señor y recibió gran recompensa. Y Dios ha prometido planes de bienestar para nosotros.

“Los que siguen vanidades ilusorias, Su misericordia abandonan.” Jonás 2:8

No abandonemos la misericordia y bendición del Señor por seguir  a nuestro corazón. Que podamos decir como el Salmista: “Oh alma mía, dijiste a Dios: Tú eres mi Señor; no ha para mi bien fuera de Ti.”

Hagamos nuestra meta de verdad, cada día confiar en el Señor con todo nuestro corazón y no en nuestro propio entendimiento, llevar cada pensamiento cautivo a obediencua a Cristo y huir de la tentación. Hagamos nuestra meta el crecer en la gracia y el conocimiento de Aquel que nos amó, el derramar nuestro corazón ante Él y confiar y conocer Sus promesas.

Un día a la vez, porque cada día trae su propio afán. Un día a la vez porque somos débiles (más Su poder se perfecciona en nuestra debilidad) dejando ir las mariposas; cualquier vanindad ilusoria, cualquier mentira sutil; y poniendo los ojos en lo eterno, sosteniéndonos, como Moisés, del Invisible.